Qué es la publicidad y para qué sirve
La definición de la Publicidad es relativamente sencilla. La Publicidad es cualquier tipo de comunicación, por cualquier medio, dirigida a una audiencia específica y destinada a provocar una reacción deseada. Esta comunicación puede ser pagada o no.
Básicamente, esto significa que la Publicidad pretende obtener una reacción concreta por parte de la audiencia que la recibe. Esta reacción puede ser muy variada. Principalmente se pretenderá la venta de un producto o servicio. Pero también son objetivos de la Publicidad el voto por un partido o candidato en unas elecciones, las donaciones a causas altruistas e incluso la adhesión a ideologías.
Por tanto, de un modo u otro, la Publicidad pretende la venta de algo. Para conseguirlo, es necesario convencer a un grupo de personas determinado para que compren “ese algo”.
Para entendernos más fácilmente, nos referiremos a ese algo que se pretende vender por medio de la Publicidad como el “producto o servicio”. Por otro lado, al conjunto de personas que hemos definido como posibles compradores lo denominamos “Público objetivo”.
La publicidad es una herramienta del marketing
Estoy seguro de que en el artículo Marketing y Publicidad podrás entender muy bien qué son y cómo se diferencian estos dos conceptos. Aquí me ceñiré a lo que es la Publicidad.
Pero para que se entienda más fácilmente, haremos un símil. Para construir o reparar algo necesitas un taller. Para que ese taller sea funcional necesita herramientas. ¿Estás de acuerdo? Pues bien, lo que necesitas construir o reparar es tu negocio, el taller es el Marketing y la Publicidad es la llave inglesa.
El producto o servicio lo definiremos en el taller, el Marketing. También en el taller definiremos al Público Objetivo. Pero usaremos la llave inglesa, la Publicidad, para decidir qué mensaje, cómo y dónde lo comunicamos a fin de conseguir nuestro objetivo.
¿La publicidad es sólo para las grandes empresas?
En absoluto. Al contrario, las grandes empresas no podrían haber alcanzado su tamaño sin la Publicidad. Por tanto, quien más necesita la Publicidad eres tú si quieres que tú negocio crezca, no importa de qué se trate.
A lo largo de los últimos 150 años puedes encontrar un sinfín de ejemplos de empresas microscópicas, de simples proyectos desarrollados en un pequeño local, que se han convertido en grandes multinacionales gracias a la Publicidad.
En 1937, en medio de la Guerra Civil española y en un pequeño local en las Ramblas de Barcelona, un hombre desarrolló una idea. Deshidrató caldo de pollo para convertirlo en pequeños cubitos. Esos cubitos servían para que las personas, que sufrían las penurias de la guerra, pudieran dar más sabor y sustancia a sus humildes comidas. Con la ayuda de la Publicidad, Gallina Blanca –que así es como el señor Carulla llamó a su empresa- es hoy una multinacional presente en más de cincuenta países.
En distintos momentos de su historia, tanto mi padre como yo formamos parte del equipo que desarrolló la publicidad de Gallina Blanca en 37 países. Hasta mi madre, sin saberlo, fue una pieza fundamental para el crecimiento de Avecrem.
Publicidad para ti, a tu medida
Básicamente hay dos tipos de publicidad, la que funciona y la que no. Si pones tu empeño en la publicidad que no funciona, seguro que perderás tu tiempo, tu esfuerzo y tu dinero pero, aún peor, puedes perder la credibilidad de tu empresa para siempre.
Al contrario, si te centras en la publicidad que funciona, tu negocio crecerá y puede hacerlo hasta un nivel que ahora mismo ni imaginas.
En cualquier caso, antes de empezar, asegúrate de que conocies los cinco elementos esenciales de la publicidad.
Mi padre empezó a trabajar en Publicidad a finales de la década de 1950. Mis inicios, incluso antes de haber finalizado mi paso por la Universidad, se remontan a 1985.
Toda esta experiencia la tienes a tu disposición para ayudarte a crecer. Te costará menos de lo que imaginas y podrás crecer mucho más de lo que eres capaz de soñar.
