Web activa vs web pasiva

Una web pasiva es una web que no cambia con el tiempo. Lo que tienes hoy es lo mismo que tendrás el año próximo. Por el contrario, una web activa está incrementando, actualizando y modificando su contenido constantemente.

Si encargas el diseño de tu página web al primero que pasa, lo que vas a obtener es una web pasiva. Lo llamarán, “proyecto llaves en mano” y te venderán una web “prêt-á-porter”.

La cosa empieza así, verás. Tú estás pensando que tu negocio necesita un impulso. Puede que lleves algún tiempo con él y esté estancado o que empiece a flojear. Entonces, piensas, “necesito una web”. Y una vez decides que la solución está en la web, el siguiente pensamiento es, “que me cueste lo menos posible”. Es lógico, no te sobra el presupuesto.

Bueno, si este es tu caso, el mejor consejo que te puedo dar es que te ahorres la web. No te gastes ni un céntimo, porque sea lo que sea lo que pagues por tu proyecto web será dinero malgastado.

Una web normal, como todas

Da igual. Las personas de tu entorno te dicen, “necesitas una web”. Además, algunas hasta te pasan el contacto de alguien que les hizo la suya por muy poco dinero.

Antes de decidir llamar a ese contacto responsable de hacer la web de tus conocidos, ¿te has molestado en ver cómo es esa web? Probablemente, la respuesta sea algo así como, “es una web normal, como todas”.

La web tiene una página principal, con unas fotos muy llamativas –o no-, donde cuenta a lo que se dedica ese negocio y deja muy claro que son los mejores del mundo haciendo lo que sea que hagan. Luego tiene una página del tipo “quienes somos” en la que puedes ver –o no- las caras de las personas que llevan ese negocio. Probablemente, también tenga alguna página donde se muestren los productos o servicios que comercializa.

Para finalizar, hay una página de contacto donde hacer cola para solicitar pedidos.

Pero los pedidos no llegan. Las solicitudes de presupuesto tampoco. A la página de contacto sólo escriben personas que quieren vender sus propios productos.

Eso es una web pasiva.

La web pasiva

La web pasiva encaja con la descripción que acabo de hacer. Tiene todo lo que puedes esperar que tenga una web y nada que haga que tú ganes dinero con ella.

Si tienes una web pasiva, sólo la visitarán las personas que ya te conocen. No es cierto. Ni siquiera tus conocidos entrarán. A lo mejor una vez, quienes te quieran mucho lo hacen. Pero la mayoría te dirán que ya la han visto, aunque realmente no lo habrán hecho.

No la visitará nadie.

Google no la posicionará porque no hay nada relevante en ella. Aunque, si escribes exactamente el nombre de tu web en el buscador, aparecerá la primera.

La web pasiva es como un folleto o un pequeño catálogo de productos. Pero su rendimiento es mucho menor que el de esos impresos que se entregan en mano.

Dentro de cinco años, una web pasiva estará exactamente igual que hoy. Tal vez se te haya ocurrido retirar algún producto que ya no comercializas o habrás añadido uno nuevo. Pero lo más probable es que ni siquiera eso. Y es que no querrás perder un minuto con ella, total, no sirve para nada.

Una web pasiva no es más útil que un folleto impreso.

La web activa

Si de veras quieres tener la mejor web para tu negocio, si quieres que entren los clientes y con ellos los pedidos, necesitas una web activa.

La web activa aumenta y modifica su contenido de forma constante. Es decir, la web activa basa su éxito en el marketing de contenidos. Gracias a ello, no sólo se presenta como un catálogo de productos y servicios, sino que ofrece contenidos relacionados con esos productos que atraen clientes como los imanes atraen al hierro.

Independientemente del diseño que tenga, la web activa lanza periódicamente contenidos que captan la atención de posibles clientes. Además, cada uno de esos contenidos puede y debe promocionarse en tus redes sociales.

Es decir, cuando lanzaste tu web pasiva orgullosamente lo comunicaste a todos tus seguidores de Instagram, Facebook o hasta TikTok –si a ti te parece buena idea tener tu negocio en esa red social- Pero ya. Se acabó. No puedes volver a comunicar que ya tienes web cada semana o cada mes.

Sin embargo, si tienes una web activa, cada vez que lanzas nuevo contenido o modificas alguno que ya habías publicado, lo puedes y debes comunicar en tus redes.

Como ejemplo, cuando lancé mi web se lo dije a todos mis seguidores en redes sociales. Pero ahora, además, les puedo contar las diferencias entre una web activa y una web pasiva. Al final, para leer esto has entrado en mi web. ¿Ya has visto qué más información hay para ti en esta web?

La web activa es informativa

Como se destaca en el artículo “marketing de contenidos”, los temas que trates en tu web han de ser sobre todo informativos, pero también didácticos y entretenidos. Si además pueden solucionar algún problema a los lectores, serán perfectos.

Pero la característica más importante que deben tener tus contenidos es que informen. Es muy sencillo, las personas que hacen consultas en Google buscan información. ¿Qué tipo de información? De cualquier clase, pero si acaban aterrizando en tu web estaban buscando precisamente la información que tu ofreces.

Escribe sólo sobre temas relacionados con tu oferta

Si realmente quieres ganar dinero con tu web no es necesario que entren miles de personas. Al contrario, deberían entrar sólo las personas que tengan interés en lo que ofreces.

Si en tu afán de otorgarle un máximo de actividad a tu web caes en el error de empezar a tocar temas ajenos a tu negocio, generarás frustración a todas aquellas personas que deseen profundizar en lo que han leído y descubran que tu web no trata del tema que les interesa.

Haz crecer tu web hablando sólo de tus productos y servicios, pero también de todo lo que se relaciona con ellos, desde el proceso de fabricación a la distribución. Pero todo ello bajo una misma premisa, tienen que ser interesantes para tus posibles clientes.

Como ves, los textos que escribes en tu web son vitales. Antes de empezar a teclear, tienes que tener claro lo que funciona y lo que no. Por eso te recomiendo que leas el artículo “Cómo escribir los mejores textos para tu web”.

¡Peligro! Una web activa se convierte en pasiva cuando dejas de añadir contenido.

La web activa que se sale de la web

Como ya hemos visto, una web activa tiene que estar generando nuevo contenido continuamente. No obstante, no puedes sentarte a esperar a que alguien descubra tus novedades por casualidad. Tienes que hacer algo para generar tráfico.

Si quieres que tu web sea activa, tú también tendrás que serlo. Si aún no las tienes, ábre cuentas específicas de tu negocio en redes sociales. Según mi experiencia, la que mejor funciona en estos momentos es Instagram y la que peor lo hace es Twitter. TikToK es una red social para niños y jóvenes, si ellos son tu público, tienes que estar ahí.

De todas las redes sociales, hay una que destaca por su volumen, YouTube. Nada menos, es el segundo buscador de contenidos más utilizado después de Google. Como habrás notado, además, se ha convertido en un excelente soporte publicitario. Lamentablemente, al ver los anuncios de YouTube me llama la atención la enorme mediocridad creativa. Tienes sólo cinco segundos para captar la atención, no los pierdas con musiquitas y paseos por el campo, ¡caramba! Suelta el mensaje en el segundo 1, no tienes más tiempo.

Sea como sea, lo ideal es que estés presente en varias redes. En un tiempo descubrirás las que funcionan mejor para ti. Publica sólo noticias relacionadas con tu empresa. No pongas fotos de tu salida del domingo con amigos, ni pongas fotos del cumpleaños de tu hijo. No le importa a nadie y no tienen ninguna relación con tu negocio.

Puede ser que digas, “vale, mi web puede que sea pasiva, pero yo tengo mucha actividad en redes sociales”. Muy bien, ¿y qué tal te va? ¿Qué encuentran las personas que saltan de tu Instagram a tu web? ¿Te compran mucho?

¿Vídeo o imagen fija?

¿Qué formatos funcionan mejor en las redes sociales? Sin duda que en YouTube no puedes plantearte otra opción que el vídeo, igual que en TikTok. No obstante, en las demás redes la gráfica puede funcionar tan bien o mejor, si está bien hecha.

Una colección de buenas fotos, en Instagram o Facebook, puede ofrecer una muy buena imagen de lo que haces y cómo lo haces. Aunque las piezas en vídeo son más vistosas y te permiten acompañarlas de locución, la realidad es que muy poca gente llega hasta el final de los vídeos. La buena noticia es que, si el vídeo está bien hecho, las personas que llegan hasta el final probablemente acaben contactando contigo.

Hay muchas herramientas para hacer vídeos vistosos y retocar las fotos con tu móvil. El problema es que ninguna de ellas te ayudará con el mensaje que tienes que dar y lo importante no es el formato, lo importante es el mensaje.

Con independencia del formato, cada vez que tengas un nuevo contenido en tu web, genera una pieza para promocionar ese contenido en tus redes sociales. Si no tienes nuevos contenidos, genera nuevas piezas para promocionar una vez más el contenido antiguo que no haya quedado obsoleto. Para repetir, dale prioridad al contenido que te dio mejor resultado.

Lo importante no es el formato, lo importante es el mensaje.

Web activa vs web pasiva

Todo lo que hagas en tu web, en tus redes sociales y hasta en tus tarjetas de visita, afecta a tu imagen. Recuerda que sólo tienes una oportunidad para causar una primera buena impresión. Mantén activa tu web y mantendrás activa tu caja registradora.

Si quieres que te ayude a que tu empresa gane dinero a través de tu web y tu comunicación, ponte en contacto conmigo porque justo eso es lo que mejor sé hacer.