El problema de las webs “pret-à-porter”
Sabes que necesitas una web para tu negocio, pero no quieres gastarte demasiado dinero. De hecho, quieres gastarte en ella lo menos posible. Al fin y al cabo sabes que tú web no va a servir para nada. Y es que eso es justo lo que ocurre con las webs baratas, no sirven para nada.
Ahorrar en el diseño de tu web es como comprar tres cuartos de billete a los Estados Unidos. Has gastado dinero, pero no llegas a ninguna parte.
Las web pret-à-porter
Prêt-á-porter es la palabra que define a la ropa que se vende en las tiendas. Es la misma para todo el mundo. Lo opuesto a prêt-á-porter es la alta costura. Ésta se refiere a modelos exclusivos hechos especialmente para ti. Comparativamente, el prêt-á-porter es más barato.
Hablando de ropa, no es muy grave que coincidas con alguien que lleva el mismo modelo de pantalones que tú. Pero tu web tiene que ser de alta costura.
Casi sin buscar demasiado, encontrarás un montón de empresas que prometen hacerte la mejor web para ti a un precio muy razonable. Pero no harán ninguna de las dos cosas, ni tendrás la mejor web para tu negocio, ni el precio será razonable. Barato, tal vez, pero razonable, no.
No me malinterpretes, hay muy buenos profesionales que pueden hacer auténticas obras de arte con tu web. Pero no les pidas que trabajen por un puñado de cacahuetes. Si pagas con cacahuetes tendrás monos trabajando para ti.
Las empresas de webs baratas, no obstante, servirán para cubrir el expediente. Registrarán tu dominio. Buscarán un servidor que no será rápido pero, eso sí, será de lo más baratito. Para su construcción utilizarán las mínimas herramientas y, para ahorrar costes, todas en su versión gratuita.
Al final, tendrás una web como la mayoría que ocupan Internet. Hasta el diseño será parecido. Mostrará una página principal que contará más o menos a qué te dedicas. Los textos estarán escritos en un lenguaje plano que no vende. También tendrá una sección “quienes somos” en la que se dirá que eres el mejor del mundo haciendo lo que sea que hagas. Finalmente, dispondrá de un formulario de contacto para que jamás nadie se ponga en contacto contigo.
¿Por qué no funcionan las webs baratas?
Esencialmente porque nadie relevante las ve. Por relevante, me refiero a personas con el deseo y la capacidad de pagar por lo que ofreces. Si tu web no te hace ganar dinero, no sirve para nada y cualquier cantidad que hayas gastado en ella es excesiva.
Echa una ojeada al artículo la mejor web para tu negocio y podrás hacerte una idea de las características que una web tiene que tener para que te traiga clientes.
Si tu web no sale arriba en las consultas de tus posibles clientes en buscadores como Google, éstos no entrarán. Y si no entran da igual lo que les digas. Salir arriba en las páginas de resultados no es nada sencillo. Deberías conocer los siete factores que Google analiza para posicionar las webs.
Pero aún en el supuesto de que milagrosamente una empresa barata de “diseño” web consiga ubicarte en la primera página de resultados de Google, si el contenido de tu web no vende, no ganarás dinero con ella.
La mayoría de personas que se dedican al diseño web se entiende que dominan el lenguaje y las herramientas para construir eso, páginas web. ¿Pero qué saben del leguaje publicitario que tiene que estar presente en cada párrafo para que tu web venda tu producto? Ah, no, de eso no saben nada.
Si con tu web no ganas dinero, ¿para qué la quieres?
Tu web es un soporte publicitario de tu propiedad. Está abierto al mundo entero para que puedas vender tus productos o servicios. Si con tu web no ganas dinero, ¿para qué la quieres?
Construye tu web con una base sólida en marketing y publicidad o no venderá. Y me estoy refiriendo especialmente a una web corporativa, no a una tienda online.
En el caso de una tienda online, la presencia del marketing y la publicidad es aún más crítica. Y es que una tienda online es la nueva forma de venta por catálogo. ¿No te lo parece? Por catálogo las personas compraban productos que no podían ver ni tocar ni probar, pero pagaban por ellos para que se los mandaran a casa. Justo lo que ocurre con las tiendas online.
Históricamente, la venta por catálogo ha sido la que puso a prueba y formó a los mejores publicistas. Lamentablemente, ha pasado tanto tiempo que muy pocos profesionales se acuerdan de ello y, menos aún, han estudiado las técnicas que funcionan y las que no. Y es que estas técnicas no han cambiado, siguen siendo las mismas.
Tu web le muestra a todo el mundo quien eres y cómo eres
En efecto, tu web es un soporte publicitario para que coloques en él los anuncios de los productos o servicios que vendes. Pero, además, es tu imagen de marca, es tu imagen corporativa. Créeme, si quieres permanecer mucho tiempo en el mercado, esfuérzate por tener una buena imagen de marca. Cuando la tengas definida, sé consistente con ella y mantenla siempre en un estado impecable.
Una buena empresa de diseño web sabe que la imagen que refleja de ti es crítica. Sí realmente se dedican al “diseño” web, tendrán en cuenta muchos factores sobre la personalidad de tu negocio. Desde los colores hasta los tipos de letra se ajustarán a tu imagen, no dejarán nada al azar. Es más, si hasta ese momento no te habías preocupado por tu imagen corporativa, ellos pueden aconsejarte y ayudarte a definirla.
Por el contrario, una empresa de webs “prêt-á-porter”, elegirá la plantilla que les resulte más cómoda y económica, escribirán cuatro textos (con suerte sin faltas de ortografía) y tú le contarás a todo el mundo que “ya tienes web”.
Si quieres ver hasta qué extremo esto es así, te invito a que leas El terrible caso de Prado Luis.
Webs como una tarjeta de visita
Las webs baratas son como tus tarjetas de visita. Su diseño será más o menos llamativo, pero o las entregas tú en mano o no sirven para nada. Y, peor aún, o haces una buena labor comercial o el hecho de que las entregues tampoco tiene ninguna utilidad. Las tarjetas de visita son incapaces de vender nada por sí mismas.
Como es fácil deducir, el problema de las tarjetas de visita es que son pasivas. No hacen nada para vender tus productos o servicios. Sólo están ahí por si alguien que ya te conoce necesita tu número de teléfono o tu dirección de correo electrónico.
Así de pasivas son las webs prêt-á-porter. No hacen nada por traerte nuevos clientes. Tú tienes que seguir encontrando a los clientes, exactamente igual que cuando no tenías web. Tan sólo una web activa conseguirá que nuevos clientes llamen a tu puerta.
Sólo si tu web es capaz de convencer a tus posibles clientes, podrás ganar dinero con ella. Si quieres que te ayude a conseguirlo, ponte en contacto conmigo.
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